miércoles, 27 de agosto de 2014

Volver a comenzar


La única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante. Cuando
falta esta sensación -prisión, enfermedad, rutina, estupidez- uno quisiera morir.

Y por eso cuando una situación dolorosa se reproduce idéntica -parece idéntica- nada vence su horror.

[...] hay más rutina en la experiencia a toda costa (cfr. el feo «viajar a toda costa»), que en el normal encarrilamiento aceptado debidamente y vivido con entusiasmo e inteligencia. Estoy convencido de que hay más rutina en las aventuras que en un buen matrimonio. Porque lo propio de la aventura es conservar una reserva mental de defensa; por lo cual no existen buenas aventuras. Es buena la aventura a la cual uno se abandona: el matrimonio, en suma, incluso los hechos en el cielo [?].

Quien no siente el perenne recomenzar que vivifica una existencia normal y conyugal es, en el fondo, un necio que, por mucho que diga, tampoco siente un verdadero recomenzar en cada aventura.

La lección es siempre una sola: lanzarse de cabeza y saber sufrir la pena. Es mejor sufrir por haberse atrevido a obrar en serio, que acobardarse, retirarse (o escurrir el bulto). Como en el caso de los hijos: lo exige la naturaleza, por lo demás, y echarse atrás es de cobardes. Al final -ya se ha visto- se paga más caro.

Cesare Pavese, El oficio de vivir, 23 de noviembre de 1937.

martes, 26 de agosto de 2014

La paja en el ojo ajeno.

"Cuando veáis a un hombre honrado, intentad imitarlo. Cuando veáis a un hombre que no es honrado, examinaos a vosotros mismos" [examinad si no tenéis los mismos defectos].

(Confucio, Analectas, 4.17).

Confucio (China, s. VI a C)

lunes, 11 de agosto de 2014

La vocación

En ninguna actividad es buen signo que al principio esté presente la manía de triunfar- emulación, soberbia, ambición, etc-. Se debe empezar a amar la técnica de cada actividad por sí misma, como nos gusta vivir por vivir.

Sólo ésta es la verdadera vocación y prenda de serio acierto. A continuación podrán venir todas las pasiones sociales imaginables a superar al puro amor a la técnica- y es un deber que vengan también- pero empezar por ellas es indicio de holgazanería. Es preciso, en fin, amar una actividad como si nohubiese nada más en el mundo, por sí misma. Para esto, el momento significativo es el de los comienzos: porque entonces es como si el mundo (pasiones sociales) no existiese todavía respecto a esta actividad.

También porque son todos capaces de enamorarse de un trabajo que se sabe cuánto rinde; difícil enamorarse gratuitamente.

Cesare Pavese, El oficio de vivir, "9 de julio de 1938".

martes, 5 de agosto de 2014

Los méritos, II

"No os preocupéis si no ocupáis un cargo oficial, preocupaos más bien de merecerlo. No os preocupéis de no ser famosos, sino más bien de tener méritos para serlo"

(Confucio, Analectas, 4.14).

Confucio (China, s. VI a C)