viernes, 14 de septiembre de 2012

Presentación

Con este título de un libro de Nietzsche, El Caminante y su Sombra, pretendemos iniciar un proyecto de asesoría filosófica basado en dos tipos de actividades:
  • A nivel público iremos dejando en este blog una serie de pinceladas de filosofía práctica.
  • A nivel privado (aunque todavía no está disponible este servicio), podremos concertar sesiones itinerantes de asesoramiento filosófico.
El término "caminante", pues, alude de modo figurado a que toda persona transita por el camino o los caminos de la vida en los que a veces necesita de una sombra que (al igual que en el libro de Nietzsche) le proporcione respuestas o simplemente le haga las preguntas que la persona misma contestará..

Pero también alude de modo propio a todo aquel que quiera acompañarnos en las sesiones itinerantes, pues en la más estricta tradición aristotélica lo que haremos será caminar por el medio natural (campo, montaña) y hablar sobre problemas y cuestiones de filosofía práctica.

¿Por qué "filosofía práctica"? ¿Por qué no teórica ni política? Con "filosofía práctica" queremos significar el conjunto de ideas que poseemos sobre todo aquello que nos es más cercano y con lo cual nos relacionamos a diario, en la práctica del día a día: cosas, personas y situaciones ante las que actuamos de un modo "programado", sin pensar demasiado. Esta "programación" conlleva una serie de ideas o conceptos que muchas veces es necesario revisar. ¿Para qué? Para intentar vivir un poco mejor: intentar ser un poco más felices, ser un poco mejores personas o, simplemente, sentirnos más a gusto con nosotros mismos. En este sentido poco puede hacer la filosofía teórica (¿existe Dios?, ¿somos alma?, ¿somos materia?, ¿somos sólo fruto del azar?) o la filosofía política (¿sería mejor un sistema socialista? ¿anarquista? ¿es el hombre un lobo para el hombre?).

¿Y por qué caminar? ¿No se puede hablar de estas cosas en un despacho o en un bar tomando unas cañas? Se puede y de hecho se hace; la mayoría de asesorías filosóficas se realizan en despachos y la mayor parte de las veces que se tratan estos temas (fuera de las asesorías) se hace con personas conocidas tomando unas cañas. Sin embargo creemos por un lado en el dicho latino "mens sana in corpore sano" (es necesario hacer un poco de ejercicio para mantener la mente despierta) y por otro creemos en la necesidad de salir un poco de la gran ciudad, fuente de gran parte de nuestros problemas (estrés, sobre todo); es necesario respirar aire puro, oxigenar el cerebro, tomarnos con calma un día, una mañana o una tarde para caminar y pensar.

Muchos de los grandes pensadores daban largas caminatas durante las cuales se les ocurrían las ideas: Aristóteles con sus alumnos, Kant, Thoreau... ¿Qué hacía Newton debajo del manzano? Descansar durante su paseo, por supuesto. Pero además, nuestra concepción de una vida "buena" conlleva la necesidad de realizar un ejercicio físico moderado con el cual liberar las tensiones a que nos somete la vida diaria (aunque bien es cierto que estas tensiones dependen de cómo nos tomemos esa vida) o con el cual pasar simplemente un rato de ocio poniendo el cuerpo en actividad, poniéndonos "en forma".

Consideramos, además, que el ejercicio físico es una de las piezas fundamentales de nuestra filosofía práctica no solo por lo anteriormente dicho, sino porque es una de las actividades en las que es más fácil ejercer la facultad de la Voluntad, esta sí, eje principal de nuestra filosofía. La filosofía práctica es la "filosofía del hacer", y para hacer cosas se requiere voluntad; se requiere incluso para pensar: no basta con reconocer (como todos sabemos gracias a los libros de autoayuda) que debemos dar más valor a lo que tenemos que a lo que nos falta, porque eso se olvida en la vorágine diaria; lo que hay que hacer todos los días es un ejercicio de reconocimiento de esas cosas que tenemos para observar lo valiosas que son. Sólo se retiene lo que se ejercita. El entrenamiento o "coaching", como se dice actualmente, no es sólo físico, sino también mental e incluso emocional.

No obstante, no queremos que nuestra labor se confunda con una terapia psicológica, aunque pueda paracérsele bastante; no es una terapia puesto que ni sabemos ni pretendemos curar patologías psicológicas. Nuestras sesiones están dirigidas a personas mentalmente sanas que tienen, como todos tenemos, dudas sobre su vida; lo que pretendemos es dotar a esas personas de ciertas herramientas con las cuales manejarse algo mejor, abrir nuevos puntos de vista sobre los problemas a tratar, etc.

Por lo que toca a las pinceladas publicadas en el blog:

1.- No están concebidas como un curso de autoayuda, sino como una constelación o nube de ideas; sin embargo, un buen método para intentar ponerlas en práctica (sin necesidad de llevar un orden) es el de, cada día, reflexionar sobre una de ellas y proponerse llevarla a cabo.

2.- Quedáis todos (y todas) invitados a participar con vuestros comentarios. Dichos comentarios serán revisados previamente a su publicación y solo se publicarán aquellos que aporten algún punto de vista nuevo a lo ya dicho por nosotros y por los anteriores comentaristas. Rogamos, pues, que antes de lanzarse a escribir se lean los comentarios ya publicados. Sin embargo no es necesario que os mostréis siempre complacientes y de acuerdo. La filosofía es un ejercicio de discusión, de modo que os animamos a que disintáis sobre lo escrito y nos abráis nuevos caminos, que aportéis nuevas dudas... Escribe Punset en uno de sus libros, Adaptarse a la marea, que "el cerebro de los homínidos no soporta la incertidumbre", pero es que en cuestiones filosóficas la incertidumbre está siempre presente; precisamente a algo a lo que tendremos que acostumbrarnos, para vivir mejor, es a soportar la incertidumbre: no siempre sabremos si hubiera sido mejor tomar la opción alternativa, no siempre sabremos si será mejor un camino que otro. Las decisiones hay que tomarlas bajo criterios morales y experienciales, pero eso no nos garantiza el éxito.

Tendremos también que aprender a tolerar el fracaso, darnos nuevas oportunidades...

Os invitamos, pues, a compartir todo esto con nosotros.

Francisco Rosa.

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